Novedades — 17 junio 2015

Un impago de Grecia y su salida de la eurozona son amenazas que rondan a Europa desde hace tiempo. Pero hasta ahora los inversores se han mostrado confiados en que se acabaría encontrando una solución que evitara un accidente de consecuencias imprevisibles. Aunque aún hay tiempo para conjurar el peligro, la falta de avances eleva el temor a una resolución trágica de la crisis. Los nervios que atenazan a los inversores son perceptibles en las ventas que arrecian desde hace días sobre bolsas y deuda periférica. Y también, en el descenso del volumen: si en mayo se negoció una media de más de 4.200 millones de euros por sesión, en junio la actividad ha caído hasta los 3.200 millones. Cada vez son más los que optan por evitar riesgos, deshaciendo posiciones en espera de un escenario más propicio. El Ibex restó un 1,71%, hasta los 10.842 puntos, su nivel más bajo desde el 18 de febrero. Desde que marcó máximos anuales, el 13 de abril, se deja un 8,6%. Ayer, el descenso estuvo encabezado por el sector bancario, que observa con inquietud la evolución de la deuda. Popular se dejó un 3,36%, mientras Sabadell y Bankinter cayeron más del 2,5% y el 2,3%, respectivamente. Santander, CaixaBank y BBVA restaron en torno al 2%. En Europa las ventas fueron generalizadas. El MIB italiano cayó un 2,4%; el Dax alemán, un 1,89%; el Cac 40 galo, un 1,75%; y el Ftse británico, un 1,1%. La banca se llevó la peor parte: UniCredit se dejó un 3,82%; Intesa, un 3,2%; y Deutsche Bank, un 2,6%. Con las caídas de ayer, los principales índices vuelven a situarse en torno a cotas de soporte clave, cuya ruptura a la baja sería inquietante. La preocupación de los inversores también viene determinada en los últimos días por la reunión que la Fed inicia hoy. Los inversores esperan que de ella se deriven nuevas pistas sobre una futura subida de tipos. Con esta cuestión sobre la mesa, ayer se impusieron las ventas en Wall Street. Al cierre, el Dow Jones restó un 0,59% y el S&P 500, un 0,45%. La compleja situación de Grecia ha vuelto a poner en el punto de mira la deuda de los países periféricos. El temor a un contagio ha provocado que los títulos de España, Italia y Portugal hayan registrado ventas en los últimos días, mientras los inversores buscan refugio en la deuda más segura, como la de Alemania y Suiza. Como informan los distintos diarios, el interés del bono español a 10 años sumó ayer 16 puntos básicos, hasta el 2,41%, su nivel más elevado desde agosto. El riesgo país, por su parte, alcanzó los 158 puntos básicos, 17 más que el viernes. Se sitúa así en máximos de once meses. (Expansión. Página 22. 5 columnas)

Te puede Interesar

Compártelo