En la primera mitad del año empezó a cundir el nerviosismo en la economía en general y en el sector exportador en
particular al comprobar que el ritmo de las ventas españolas al extranjero se estaba desinflando. Hasta el pasado junio, la
exportación apenas creció un 0,5% respecto a los seis primeros meses de 2013. Pero los resultados de julio, difundidos
ayer por el Gobierno y publicados en distintos diarios, han sido una sorpresa: 21.584 millones, la mayor cantidad obtenida
en un mes en la historia. Esto supone que en los primeros siete meses del año las ventas al exterior han sumado 140.850
millones, un aumento interanual del 1,6%. Los sectores que más contribuyeron a esta mejora han sido, según la
información del Ministerio de Economía, el automóvil, la alimentación y las manufacturas de consumo.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró ayer que en los próximos meses “vamos a tener una combinación de
crecimiento, donde tanto la exportación como la demanda doméstica van a ser factores determinantes”. Los datos hasta
julio avalan, al menos, el segundo factor: las importaciones continúan su tendencia al alza y suman 154.559 millones, un
6,5% más que en 2013. Las adquisiciones de bienes de equipo, que han crecido un 11,6%, llevan ya 16 meses seguidos
de subidas. En concreto han aumentado las de maquinaria para la industria (14,7%) y material de transporte (13,2%).
Según el Gobierno, esto significa que las empresas están modernizando sus equipos para prepararse ante la recuperación
de la economía española. La parte negativa de esta evolución de la balanza comercial es el aumento del déficit exterior,
que entre enero y julio suma 13.709 millones, el doble que en el mismo período del año pasado: 6.611 millones.
(Expansión. Página 22. 5 medias columnas)